Enfermedades / Urticaria

Urticaria Papular

POR DOCTOR JAVIER SUBIZA

 

Introducción a la Urticaria Papular

La urticaria papular viene caracterizada por la presencia de pápulas pruriginosas y bastante persistentes, que por lo general se deben a picaduras de insectos, como mosquitos, chinches, arañas y pulgas. Las lesiones están condicionadas por una reacción bifásica a la saliva o bien a restos bucales que quedan en la piel tras la picadura. El habón inmediato puede deberse a una reacción de hipersensibilidad de tipo I, mientras que el componente tardío puede corresponder a una reacción de tipo IV.

Urticaria papular

 

Manifestaciones Clínicas de la Urticaria Papular

Afecta a niños menores de 10 años (ocasionalmente a adultos). Se caracteriza por cursar con lesiones papulares, a menudo con una vesícula en su superficie, muy pruriginosas, eritematosas y de tamaño variable.

Cada elemento tiende a ser persistente (> 48 horas), en contraste con la mayor parte de las urticarias. Las pápulas pueden estar escoriadas por el rascado distribuyéndose por muslos, antebrazos y brazos, parte inferior del tronco, respetando el área anogenital y axilas.

 

Diagnóstico de la Urticaria Papular

Se realiza por la clínica. La búsqueda de insectos en el dormitorio, colchón etc. del niño puede orientarnos. La presencia de tests cutáneos positivos a un extracto de cuerpo entero del insecto presumiblemente responsable apoya más el diagnóstico.

 

Diagnóstico Diferencial de la Urticaria Papular

El diagnóstico diferencial debe hacerse con los demás tipos de urticaria. Además, habones seguidos de pápulas, aunque si bien con un cuadro clínico diferente, también puede ocurrir con enfermedades tan variadas como las vasculitis alérgicas (Púrpura de Schönlein-Henoch), dermatitis herpetiforme y penfigoide. Las vesículas pruriginosas en los niños, deben diferenciarse de la varicela.

 

Tratamiento de la Urticaria Papular

Consiste en tomar medidas para evitar la picadura de los insectos, chinches, ácaros (gatos o perros), tal como mosquiteros, utilización de repelentes, tratamiento antiparasitario de perros y gatos, fumigación de la casa con insecticidas y fumigación de los textiles.

Pueden utilizarse antihistamínicos para reducir el prurito, (por ej.: hidroxicina), o bien cremas antipruriginosas (por ej.: alcanfor: 1 g, mentol: 1 g, agua de cal: 25 g). Es esencial un buen cuidado de la piel si existe infección ampollosa asociada (por el rascado, etc.); es útil la aplicación de fomentos con solución acuosa de sulfato de cobre (1 gramo en 1000 ml) durante 10 minutos, 2 - 3 veces al día, para secar las lesiones. Para las pápulas puede aplicarse un crema de corticoides sóla o asociada a un antibiótioco en caso de infección añadida.

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