Introducción a la Otitis Media Trasudativa
La otitis media trasudativa o serosa describe una efusión no purulenta en el espacio del oído medio. El líquido varía desde transparente hasta mucoideo, en este último caso suele indicar un proceso más crónico. El líquido es consecuencia de la obstrucción de la trompa de Eustaquio, de tal forma que el aire no puede entrar en el oído medio, y se reabsorbe el que queda, produciéndose una presión negativa a ese nivel, con la consiguiente retracción de la membrana y cúmulo de líquido seroso (trasudado), procedente de los vasos sanguíneos de la mucosa.
La obstrucción de la trompa de Eustaquio puede deberse a una resolución incompleta de una otitis media aguda, a procesos inflamatorios de la nasofaringe (rinitis alérgicas, rinitis infecciosas), hipertrofia de adenoides, paladar hendido, pólipos, tumores, anomalías congénitas (síndrome de Down, fibrosis quística), radiación, trauma quirúrgico, etc. Debe recalcarse, que si bien la inflamación alérgica de la mucosa nasal puede bloquear la luz de la trompa de Eustaquio (especialmente en niños pequeños) y, por tanto, contribuir como un factor predisponente de la patología del oído medio (el 35% de las otitis medias con efusión se acompaña de rinitis alérgicas), la otitis media trasudativa no puede considerarse como una enfermedad alérgica.
Manifestaciones Clínicas de la Otitis Media Trasudativa
La edad de comienzo suele ser la infancia, siendo la causa más frecuente de pérdida auditiva en los niños (es menos frecuente en los adultos, en los cuales debe evaluarse cuidadosamente la nasofaringe para descartar un proceso maligno). Cuando los derrames del oído se hacen crónicos, pueden ser la consecuencia de una disminución en el aprendizaje del lenguaje o en el rendimiento escolar. El niño mayor puede quejarse además de plenitud o taponamiento del oído. La membrana timpánica puede tener un aspecto normal, aunque generalmente está algo retraída, incluso en el primer estadio. A través de la membrana del tímpano puede verse un nivel aire-líquido con o sin burbujas de aire y que da lugar a que ésta adquiera un color ámbar. El diagnóstico diferencial debe ir orientado a descartar todos aquellos factores (citados previamente) que favorecen el desarrollo de la otitis media.
Diagnóstico de la Otitis Media Trasudativa
La otoscopia neumática y/o timpanometría revelan una disminución o parálisis de la membrana timpánica. Las pruebas con el diapasón y la audiometría revelan generalmente una pérdida auditiva de conducción, que en la audiometría no debe sobrepasar 30-40 dB (en la otitis media serosa).
Tratamiento de la Otitis Media Trasudativa
En los niños mayores el oído medio puede ser ventilado por la maniobra de Valsalva o por insuflación por el método de Politzer, lo que a veces resuelve la otitis. Si el líquido es el resultado de una otitis media en fase de curación, el proceso está generalmente autolimitado, en el 90% de los casos, en tres meses. Los descongestionantes orales del tipo de la pseudoefedrina (Rinoretard, Narine), pueden mejorar la función de la trompa de Eustaquio por su efecto vasoconstrictor, aunque su efectividad no está del todo comprobada para las efusiones serosas. Es necesaria la corrección de cualquier trastorno subyacente en la nasofaringe. En los niños puede ser necesaria la adenoidectomía.
Si está asociada a infección de la nasofaringe (rinitis, sinusitis, nasofaringitis bacteriana) debe prescribirse antibióticos (amoxicilina-ácido clavulánico , cefuroxima) durante 2 semanas. Si existe rinitis alérgica debe realizarse el tratamiento de la misma (Consultar Rinitis Alérgica Perenne en la opción Enfermedades). La microperforación timpánica mediante laser o en casos más refractarios la aplicación de tubos de equilibrio de presión (persistencias de EOM a pesar 12 semanas de tratamiento médico), están indicados para aliviar la pérdida auditiva y parar el desarrollo o la permanente mal función de la membrana timpánica y de los huesillos.