Es normal que las personas respiren por la nariz, y por una buena razón: la respiración nasal filtra los contaminantes, calienta y humidifica el aire entrante y ayuda a generar óxido nítrico beneficioso. La respiración bucal crónica, por otro lado, puede desencadenar una serie de efectos nocivos, especialmente para los dientes y las encías.
Debido a que nuestra supervivencia depende de la respiración continua, nuestros cuerpos buscan automáticamente la ruta de flujo de aire de menor resistencia, normalmente a través de la nariz. Pero si nuestros conductos nasales se obstruyen, como ocurre con las adenoides agrandadas, o la congestión de los senos nasales o inflamación de la mucosa nasal, es posible que respiremos involuntariamente por la boca.
Esto puede conducir a problemas bucales como sequedad crónica de boca, que no solo crea una sensación desagradable en la boca, sino que también produce el entorno ideal para las enfermedades dentales, y podría causar un problema aún más grave para los niños durante el desarrollo de los maxilares y los dientes.
Esto se debe a que cuando dormimos, la lengua descansa a lo largo del techo de la boca (paladar) mientras se respira por la nariz. En esta posición, la lengua sirve como molde que empuja hacia afuera el maxilar superior, mientras crecen durante la niñez. Sin embargo, durante la respiración bucal, la lengua se aleja del paladar, privando al maxilar superior y a los dientes de este efecto de moldeo, desarrollando con el paso de los años, un maxilar superior retraido hacia adentro y en consecuencia una mala oclusión dental, que puede requerir complicadas operaciones de cirugía ortognática, por el cirujano maxilofacial cuando son adultos.
Puede prevenir estos y otros problemas bucales consultando a un profesional de la salud tan pronto como note que su hijo respira regularmente por la boca.
La hipertrofia de adenoides (vegetaciones), hipertrofia de amígdalas, sinusitis crónicas y rinitis alérgicas, de forma aislada o en combinación, suelen ser los responsables de esta respiración bucal. Los especialistas indicados para corregir este problema, son los ORL y Alergólogos.
Aun así, es posible que la respiración bucal persistente ya haya afectado la mordedura de su hijo. Por lo tanto, puede ser prudente que un ortodoncista también evalúe su mordida, recuerde que a partir de los tres años, el niño ya puedo recibir un tratamiento de ortodoncia.
En Clínica Subiza, tenemos servicio no solamente de Alergología sino también de Ortodoncia, que puede valorar este problema.
Existen medidas de intervención que pueden ayudar a recuperar el desarrollo de la mandíbula y minimizar el tratamiento de ortodoncia en el futuro.
Por último, un niño que se ha sometido a un tratamiento para eliminar las obstrucciones respiratorias nasales, generalmente vuelve a la respiración nasal automáticamente. Pero a veces no: para "volver a aprender" la respiración normal, un niño puede necesitar someterse a una terapia miofuncional orofacial (OMT) con un terapeuta certificado para volver a entrenar sus músculos y tendones faciales para respirar por la nariz.
La tendencia de su hijo a respirar por la boca puede no parecer un problema importante pero, una atención y un tratamiento oportunos podrían evitar que interrumpa su desarrollo dental.
Puede pedir cita con nosotros en nuestra agenda online, atendemos pacientes privados y pacientes con sociedades médicas.
Fuente: Mouth Breathing Can Lead to Serious Oral Problems, Especially for Children