ALERGIAS, ASMA Y FIESTAS DE NAVIDAD
Las reuniones festivas durante la Navidad implica pasar más tiempo en el interior y exponerse a diferentes alérgenos.
Alergias alimentarias durante la Navidad.
La comida juega un papel central en muchos eventos. Si tienes alergia a los alimentos, estas fiestas pueden ser difíciles de manejar. Asegúrese de preguntar sobre los ingredientes utilizados para preparar cada plato. Tenga en cuenta que puede ocurrir contaminación cruzada durante la preparación. Si cree que los alimentos servidos representan un riesgo demasiado alto, o si simplemente no se siente cómodo comiendo los alimentos proporcionados por otros, no tiene que hacerlo. Traiga su propia comida o coma antes de llegar.
Incluso si toma todas las precauciones, todavía hay una pequeña posibilidad de una reacción alérgica. Tenga a mano su epinefrina autoinyectable por si acaso.
Otros desencadenantes navideños
Las decoraciones navideñas, los viajes y el estrés pueden ser desencadenantes para las personas con alergias y asma. Estos son algunos de los más comunes a los que debe prestar atención:
• ¿Su árbol de Navidad le hace estornudar o le falta el aliento? Es poco probable que seas alérgico al árbol en sí, pero la fragancia puede ser irritante. Algunos árboles también pueden albergar esporas de moho microscópicas que desencadenan asma o alergias, causando síntomas como estornudos o picazón en la nariz. Use un árbol artificial o, si prefiere tenerlo natural, deje que el árbol se seque en un garaje o porche cerrado durante una semana y agítelo bien antes de llevarlo adentro.
• Siga las instrucciones cuidadosamente cuando rocíe nieve artificial. La inhalación de estos aerosoles puede irritar los pulmones y provocar síntomas de asma.
• Si deja a su mascota cuando viaja durante las vacaciones, puede experimentar síntomas de alergia o asma al regresar a casa. Apodado el "Efecto de Acción de Gracias", este fenómeno ocurre cuando una persona pierde tolerancia a su propia mascota después de estar fuera por unos días.
• Tenga en cuenta que el estrés puede provocar ataques de asma. Las sustancias químicas liberadas por el cuerpo durante los momentos estresantes pueden hacer que los músculos alrededor de las vías respiratorias se tensen, lo que dificulta la respiración.