Según datos de Naciones Unidas “La polución por partículas representa el elemento contaminante más importante en la mayoría de las ciudades industrializadas del mundo”
Se ha asociado a un aumento de la mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares, agudización de la rinitis, asma, bronquitis crónica, infecciones del tracto respiratorio y admisiones hospitalarias.
Las emisiones de este carburante, según dictaminó hace un año la Organización Mundial de la Salud, causan también cáncer de pulmón.
Aunque en relación a los de gasolina, tienen la ventaja de que emiten menos CO2, principal gas incriminado en el efecto invernadero, por el contrario sueltan 150 veces más partículas y 6 veces más dióxido de nitrógeno, ambos nocivos para la salud. Según la prestigiosa revista Clin and Experimental of Allergy, en Europa el 70% de la contaminación por partículas, proceden de los humos de escape producidos por los motores diésel [partículas diésel] representando el 90% de las partículas < 2.5 µm (PM2.5), que precisamente por ser tan pequeñas son muy 
nocivas, ya que alcanzan con facilidad las vías respiratorias más pequeñas, comentan en su editorial.
Ciudades como Madrid o Barcelona pueden llegar a alcanzar concentraciones de 60 mcg/m3 de aire.
En Europa en 1998 apenas el 25% de los coches usaban diésel, por el contrario en la actualidad superan el 70%. En esta ocasión España se ha situado a la cabeza de Europa en la dieselización de su parque móvil, ocupando el tercer lugar después de Francia y Bélgica.
Mediante provocaciones nasales, ha podido evidenciarse que los pólenes recubiertos por partículas diésel llegan a ser hasta 25 veces más alergénicos.
Según Javier Subiza especialista en alergología y miembro del Comité de Aerobiología de la SEAIC, la dieselización puede haber sido un factor crucial en el incremento y severidad de la polinosis por pólenes de árboles que se viene observando en las últimas décadas. Así por ejemplo en Madrid observamos en la actualidad polinosis epidémica por pólenes de árboles, que antes de la década de los 90 no afectaban a los ciudadanos.
Antes de los 90, tradicionalmente la polinosis apenas se restringía a los meses de mayo y junio, sin embargo en la actualidad los síntomas se extienden a toda la primera mitad del año.
En Madrid, en 2012 los síntomas de polinosis en Febrero y Marzo superaron claramente a los de Mayo-Junio según un estudio presentado por el grupo de Subiza en el congreso de este año de la Academia Europea de Alergología que se ha celebrado en Copenhagen. Cambios acaecidos en las 3 últimas décadas, en el clima (calentamiento), en la vegetación (aumento en la plantación de Cupressus y Platanus) y polución (dieselización) son los responsables más probables de este fenómeno, comenta.
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