También existe alergia, aunque con menor frecuencia, frente a los cefalópodos (calamar, pulpo) y frente a los moluscos (lapa, ostra, mejillón etc.)

Si eres alérgico a los crustáceos, los anticuerpos IgE generalmente se forman contra las proteínas de ciertos crustáceos como las gambas, langostino, langostas, cigalas, percebes o cangrejos, menos frecuente a moluscos y cefalópodos.

Puede (aunque no siempre) haber reactividad cruzada entre crustáceos y moluscos.

Excepcionalmente puede haber monosensibilización a sólo una especie de crustáceo o molusco.

El principal alérgeno de los crustáceos es la proteína tropomiosina. Ésta proteína es termoestable, pero se puede modificar su estructura al cocinarla y, en algunos casos, incluso provocar una reacción alérgica más fuerte, que cuando está cruda.

La tropomiosina muestra un alto grado de homología entre los crustáceos (hasta el 98%), por lo que las personas alérgicas a la gamba a menudo también reaccionan a otros crustáceos.

Puede presentar además reactividad cruzada con las tropomiosinas de otras fuentes, como las cucacarachas, moscas, escarabajos, grillos, saltamontes, ácaros, caracoles de tierra o mar y Anisakis.

Una clase potencialmente nueva de alérgenos de crustáceos son las arginina quinasas, que hasta ahora se han identificado en dos gambas diferentes (Litopenaeus vannamei y Penaeus monodon) y han sido designadas con las abreviaturas Lit v2 y Pen m2.

Los síntomas de una alergia a los crustáceos pueden venir por la ingestión o inhalación (vapores de cocción o manipulación) y pueden variar desde urticaria, asma, nausea, vómitos, cólico abdominal, diarrea, hasta reacciones de shock anafiláctico potencialmente mortales.

Sin embargo, especialmente con los crustáceos, debe tenerse en cuenta que la intoxicación alimentaria a menudo se confunde con una alergia. Por lo tanto, además de los síntomas, un test de alergia positivo es esencial para su diagnóstico.

A veces para que se produzca la alergia por marisco, son necesarios cofactores como el ejercicio, alcohol, AINE (ibuprofeno, aspirina), etc.

Si realmente eres alérgico a los crustáceos, la única terapia disponible actualmente es evitar los crustáceos y llevar autoinyector de adrenalina en los casos más graves.

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