A 1.536 pacientes alérgicos a pólenes procedentes de 13 ciudades españolas, se les realizaron pruebas cutáneas con una batería de 25 especies de pólenes. A cada paciente se le midió por planimetría el tamaño de cada una de las ronchas obtenidas (mm2) y se sumaron, dando lugar a un número al cual denominaron “Grado de Atopia”.
Este grado de atopia varió de unos pacientes a otros de 24 mm2 a 580 mm2. Pudo observarse que entre los pacientes con un grado de atopia pequeño (0-100 mm2) la prevalencia de asma fue de tan sólo un 37%, por el contrario los pacientes con una grado de atopia alto (500-600 mm2) la prevalencia de asma subió hasta el 55% de los pacientes.
El Dr. Subiza apunta a la necesidad de poner una inmunoterapia precoz (vacunas) a estos pacientes, una vez que se inicia la enfermedad, cuando todavía el grado de atopia es pequeño y el paciente cursa sólo con rinitis, con el objetivo de evitar su evolución hacia un grado de atopia mayor, que en más del 50% se complicaría con asma.
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