En nuestro colector, desde 1979 hasta 1991 se observaron concentraciones de pólenes de cupresáceas cada vez más altas, debido al uso cada vez más amplio de los cipreses como árboles ornamentales y a las arizónicas como vallas vegetales en Madrid. En la década de los 90 se mantuvieron altas aunque con amplias variaciones interanuales. Del 2003 al 2006 se observó una disminución, quizás producido por la destrucción del arbolado como consecuencia de las obras generalizadas en Madrid, sin embargo desde el 2007 las concentraciones han vuelto a ser muy altas. El año pasado, se obtuvo el máximo histórico en recuentos de pólenes de cupresáceas en nuestro colector de pólenes, además los síntomas producidos por ellas entre nuestros pacientes de Madrid, llegaron por primera vez a ser similares, en intensidad, a los producidos por las gramíneas.
La tendencia desde 1979 hasta 2012 es claramente ascendente (respiramos ahora en Madrid muchos más pólenes de cupresáceas que hace 30 años). La mayor exposición a estos pólenes, junto con el aumento del parque móvil en Madrid de vehículos diésel (las partículas diésel incrementan mucho la alergenicidad de los pólenes) pueden explicar en parte, porqué este tipo de pólenes han pasado de ser una causa desconocida de polinosis en Madrid (1995) a ser en la actualidad la causa más importante de polinosis de invierno en esta ciudad
Dr. Javier Subiza